UNA CIVILIZACIÓN DESAPARECIDA
En el momento del descubrimiento de la isla, la población pascuense se divide en una decena de clanes distintos, sobre los que gobierna un rey. El primero de ellos habría sido un cierto Hotu Matua, quien llega con su mujer y sus compañeros desde otro atolón polinésico, como refugiados de una guerra. En el año 1950, el navegante noruego Thor Neyerdahl aventuró que los primeros habitantes de esta tierra fueron descendientes de los peruanos (hombres llamados "orejas largas" a causa de los enormes y pesados aretes que usaban) y que una segunda ola de inmigración llegó a la polinesia justo antes del descubrimiento de la isla. Pero esta tesis no tiene mucho respaldo hoy en día, pese al éxito de la expedición de la Kon-Tiki en 1947, una balsa en la que realizó la travesía entre el Perú y la Polinesia, con el propósito de demostrar el origen amerindio de las poblaciones oceánicas. La única certeza, en lo que conciernea los pascuenses, parece ser su parentesco con los polinesios. Una treintena de soberanos sucedieron a Hotu Matua hasta 1862. Un segundo rey, o jefe militar, es elegido también todos los años, después de una ceremonia consagrada al culto de un Hombre-Pájaro, y que tiene lugar cada primevera. Esta consiste en una competencia donde cada hombre debe encontrar, antes que los demás, el primer huevo que ponen los esternas (golondrinas de mar) sobre el islote vecino de Moto Nui. El vencedor (cada concursante es representado por su servidor) toma entonces el nombre de Tangata Manu y encarna sobre la tierra al dios Maké Maké, creador del universo. La sociedad pascuense era compuesta escencialmente de pescadores y agricultores. Muy jerarquizada en el pasado, fue continuamente presa de luchas violentas y el canibalismo constituyó ahí una práctica corriente. Pero la gran redada de esclavos llevada a cabo a partir de 1862 por los negreros peruanos diesmó prácticamente a toda la población. Hoy los pascuenses originarios desaparecieron casi totalmente. Isla de Pascua, con sus 2000 habitantes, es en la actualidad un departamento de Chile, que la anexó en 1888.
TRANSPORTAR Y LEVANTAR ESTATUAS
Durante mucho tiempo los científicos se preguntaron cómo pudieron los pascuenses levantar estatuas tan imponentes. En 1955 Thor Heyerdahl obtiene una respuesta. En 18 días logra, con la ayuda de una docena de pascuenses, erigir una estatua de 23 toneladas. Provistos de tablones que usan de palanca, los obreros inclinan un costado de la estatua y colocan piedras debajo de ella. Después levantan otro poco la estatua y repiten la operación, hasta llevarla casi a la vertical contra las piedras amontonadas. Finalmente terminan de enderezarla con cuerdas. Pero Heyerdahl no puede explicarse cómo fueron puestos los sombreros los sombreros de las estatuas, que pesan varias toneladas. El transporte de las estatuas, desde el lugar de construcción hasta donde fueron erigidas suscitó también varias interrogantes. En 1955 se intentó un experimento: los colosos de piedra fueron acostados boca abajo, sobre unos trineos tirados por cuerdas. Peri, si el problema del transporte fue resuelto así, permanece la pregunta sobre los materiales necesarios para esta operación. La isla tiene una vegetación pobre. Finalmente en 1983 fueron descubiertas unas nueces de jubea, frutos de una palmera llamada palmera de Chile, que estuvieron abandonadas hace siglos. La teoría del botánico inglés John Flenley, que afirma que en el pasado la isla estaba cubierta por un denso bosque, está comprobada. Los pascuences disponían entonces de los materiales necesarios para la construcción de palancas y tablones.
LOS "RONGORONGO"
Como lo demuestra el descubrimiento de algunas tablillas de madera, llamadas "rongorongo", que escaparon a la destrucción de los misioneros, los pascuenses conocen la escritura. Pero esta escritura permanece en gran parte indescifrada. Los textos huecograbados muestran caracteres alineados que forman palabras escritas de izquierda a derecha. Pero la línea siguiente está escrita en sentido inverso. También encontramos en los textos siluetas de hombres y de animales. Todavía se ignora si se trata de un alfabeto, de ideogramas o de jeroglíficos. Desde 1950 el científico alemán Thomas Barthel se dedica a descifrar estas tablillas, sin grandes resultados por ahora. Podemos ver que la Isla de Pascua está lejos de revelarnos todos sus secretos...
Misterios Pascuenses
La Función de los Moai- Es todavía un enigma y no es posible afirmar con certeza que se trate de monumentos ewregidos en honor a los muertos o a los ídolos. Hay autores que estiman que estas estatuas habrían tenido como misión velar sobre la isla, pero el hecho de que estén giradas hacia las tierras y no hacia el mar vuelve esta hipótesis poco creíble.¿El Vestigio de un Continente Perdido?.- La teoría de los continentes tragados por el Pacífico, de moda desde el siglo XIX, incluye a la Isla de Pascua. Desarrollando la idea de Philippe Sclater, quien acuñó el termino Lemuria en el año 1850, Elena Blatvasky, fundadora de la Sociedad Teosófica (1875), sostiene que los moai fueron construidos por los herederos de la Lemuria, un mundo altamente civilizado equivalente al de la Atlántida, pero situado en el océano Indico. El coronel Churchward ve en estos giganes de piedra pascuenses los vestigios de la avanzada civilización de Mu, que se habría extendido desde el norte de Hawai hacia el sur. Una línea trazada desde la Isla de Pascua y las Fiji demarcaba su límite meridional. Una tesis invalidada por la geología y la zoología moderna. Para otros, la Isla de Pascua no pertenece ni a Mu ni a ningún otro continente engullido por el Pacífico.
Visitantes Celestes.- Los pascuenses actuales más o menos mestizados afirman que estas estatuas representan ancestros poderosos, iniciados y poseedores del maná, es decir, un poder mental particular. Esto indujo a algunos autores my imaginativos a ver en ello la influencia de extraterrestres, altamente evolucionados, que habrían venido a iniciar a los autóctonos en el pasado. Para ellos, los moai serían una representación de los visitantes despaciales...